lunes, septiembre 05, 2005

Estar contigo

Me río mucho cuando estoy contigo. Cuando compartimos cosas, secretos y espacios. Cuando logramos conectarnos mucho más allá de las palabras y de los gestos. Cuando sencillamente nos miramos y entendemos que sabemos lo que el otro piensa.
Te pido que aprovechemos el tiempo...alguna vez escribí eso de que "el ayer no existe porque ya se fue y mañana tampoco porque aún no es. El hoy es muy largo pero en el hoy, tal ves este sea el último segundo para escribir un renglón".
Eso se refiere a más cosas que aprovechar el tiempo. Se refiere a hacer algo siempre por escribir las páginas de nuestra vida y que estén pobladas dentro de lo posible por buenos momentos.
Siempre depende de nosotros.
Ayer fuimos a ver a Dalí y me encantó. De verdad que en algunos cuadros logré ver la representatividad divina de muchas cosas.
Me he alejado profundamente de Dios por cosas humanas y creo que no es justo...sin embargo para lograr entender en algo la divinidad hay que entender primero el entorno...creo que me falta un tiempo de eso.
Por mientras, trabajemos en entendernos a nosotros mismos, tal vez así lleguemos a lo mejor que podemos ser.

2 Meridianos:

At 9:37 a. m., septiembre 05, 2005, Anonymous Anónimo said...

No se puede meter a Dios de bombero en todos los incendios. Muchas veces, casi exigimos que se nos manifieste de manera milagrosa resolviendo nuestras vidas, sin nuestro concurso, pero la cosa no funciona así, porque nos hizo libres. Decirlo es más fácil que hacerlo, sin duda, pero mantener la confianza es la parte fundamental de tener fe en Dios.
Y saber poner atención y escuchar.

Para algunos, puede hablar a través de un Dalí o de las palabras y compañía de quien tenemos cerca. Puede que esa gente esté equivocada en lo que nos dice, pero eso es lo que Dios quiere que escuchemos en ese momento. Para los que no tenemos esa gente con quien acompañarnos a nivel personal (porque podemos tener gente cerca y sin la debida complicidad, es lo mismo que estar solos), ese silecio forzoso y esa soledad, mucha veces penosa, puede servir para favorecer el diálogo interior, cuando no hay con quién compartir cotidianamente el diálogo exterior o cuando sencillamente algunas cosas no sabemos decirlas o, ya las hemos dicho tanto, que agobian los oídos del resto y envenenan un poco el alma propia, sin obtener mayor provecho, que el daño causado a uno mismo por los pensamientos y la impertinencia al resto, que tiene cosas más urgentes y propias que atender,para encima ocuparse de nuestros problemas.

Y esa instancia de diálogo interior es lo que comúnmente se llama oración y puede ser la última oportunidad para escuchar lo que Dios quiere de nosotros, cuando no queda nadie más a quien recurrir. De cualquier manera, como dijiste, es uno el que se aleja de Dios y no al revés. Y hay que estar atentos a cómo traerlo de vuelta, cuando no quede nadie más que escuche, aunque, como dije, hacerlo es más difícil que decirlo. Pero hay que intentarlo, porque la alternativa es la soledad completa, carente de cualquier sentido. Y la soledad podrá ser buena consejera, pero no es una compañera muy alegre.

 
At 2:32 p. m., septiembre 05, 2005, Blogger Pavivina said...

No, no es de enamorada...sólo de amistad...
Gracias por alegrarte en todo caso. Cuídate

 

Publicar un comentario

<< Home

Your Japanese Name Is...
Riku Tokudaiji
What's your Japanese Name?


*HUGS* TOTAL! give pavivina more *HUGS*
Get hugs of your own