jueves, junio 30, 2005

Los siete libros de Harry Potter

Siempre Mar y Sol


Algún día iré a sentarme, ahí donde descansas para siempre, para leerte los dos libros que no alcanzaste a devorar de Harry Potter.
Me imagino que no fue lo único que dejaste pendiente, preciosa, pero era una de esas cosas que teníamos en común.
Desde que pude enseñarte a nadar, hasta que gritabas de terror con mi forma loca de manejar la moto de agua.
Me acuerdo de haber bromeado por la forma en que leías, durante horas, cada capítulo de los libros donde el pequeño mago hacía cosas que, cómo no, a todos nos hubieran gustado.
Te acuerdas que usabas mi polerón blanco para ir a carretear? y que yo te maquillaba, como a todas, para que fueran las más lindas de Rapel.
Este año hubieras terminado el colegio, otra cosa que quedó truncada en tu partida. Brillante, habrías sido como eras en todo, pequeña Pocahontas.
Pocas veces he visto unos ojos más chispeantes que los tuyos cuando reías o peleas más divertidas que las que tenías con tu hermano.
Algún día te contaré el final de Harry Potter y quizás las cosas que existen entre la magia y el más allá se mezclen y puedas hacer todos los finales que te imaginaste, sin tener que pelear contra el tiempo que pasa y que de alguna forma para ti ya no existe.

1 Meridianos:

At 1:41 p. m., junio 30, 2005, Anonymous Anónimo said...

En el jardín del mundo, el Señor casi siempre está retirando las plantas añosas, para dejar espacio a las más verdes, fuertes y jóvenes.
Pero ocasionalmente, el Divino Jardinero decide en su sabiduría infinita, llevar a su casa a una flor joven. Seres de rara perfección que, en cortos años, alcanzan la perfección y belleza que, para las demás flores, demora una vida entera. Son aquéllos sus hijos predilectos, que han sabido usar mejor que nadie el tesoro del tiempo y de la vida.
Para quienes permanecemos aquí, quedan las lágrimas y la pérdida. Pero también la dulce resignación de saber que, como ellos no tienen tiempo, están felices y no nos extrañan, disfrutando para siempre del banquete eterno del Padre Bueno.
Y no nos dejan solos, porque si es cierto que su viaje ha dejado su voz en silencio, nuestros seres queridos siguen hablándonos con el corazón, susurrándonos cosas al oído, haciéndonos ver algo, avisándonos que pongamos atención a un detalle o reconfortándonos con una actividad tan simple, como un buen libro que disfrutamos en común.
Antes, en este mundo imperfecto, nos separaba el espacio y el tiempo. Ahora que están allá con el Señor, Él, en su infinita bondad, permite que estén, en su espíritu, permanentemente con nosotros, para que recordemos que este trance llamado vida no es más que un paso a la felicidad eterna y para que siempre actuemos en la forma correcta, esa forma que hizo que nuestros seres queridos que ya han recibido la invitación del Señor, nos hayan deparado su amor en esta Tierra.

 

Publicar un comentario

<< Home

Your Japanese Name Is...
Riku Tokudaiji
What's your Japanese Name?


*HUGS* TOTAL! give pavivina more *HUGS*
Get hugs of your own