Gitana

Ayer caminaba por la calle, como desde hace un tiempo no lo hacía, con la sensación de ver Santiago un poco vacío, mientras el resto de la gente trabajaba en las oficinas y un poco antes de que salieran a formar la masa que genera la congestión que detesto.
Cuando estaba en eso, de pronto me di cuenta de que me había convertido en gitana, con una de esas faldas anchas que están de moda, con el pelo suelo, con una chalas con brillos, con una polera con ídem.
Sentía esa libertad, ese gusto por vagar, por no tener ninguna responsabilidad más urgente que comer o dormir bajo un techo y por mirar al resto caminar.
Mi banda sonora eran las baldosas sueltas de la calle que castañeteaban, el sonido de las bocinas de algunas micros, el sonido de mis pasos contra el pavimento y las alcantarillas.
Comencé a cantar una tonada y a bailar a ese ritmo, a recoger e improvisar la melodía de la calle.
Quizás, hay millones de melodías cada día en el aire que se pierden y se dispersan y recogí cada una de esas notas y escribí miles de tonadas, miles de sones.
Y las notas sonaban a vida y a muerte, a amor y a desesperanza.
Y yo, la gitana de la calle, las cantaba con las castañuelas de las baldosas que alguien olvidó volver a colocar o que la raíz de un árbol movió de su lugar, era la estrella de la calle y todos los elementos de mi escenario, la calle se dedicaban a aplaudirme mientras yo, simplemente, cantaba.
De pronto, la gente comenzó a salir de sus trabajos y el ruido de sus voces acalló la melodía, las bocinas se multiplicaron hasta el infinito y ya no sentí el ruido de mis pasos.
Entonces, bajé la cabeza como una pequeña reverencia y caminé con la cabeza gacha, hasta que llegué a mi casa...
11 Meridianos:
romane 2?
Linda, es bueno cambiar de aire, de escenario, colores diferentes, imágenes nuevas...auque sea sólo en nuestro interior
Besos y Abrazos desde México
la urbe es mágica. Puedes sentirte en una película o en la lirica de la más extraña canción.
Claro, al final la realidad es la realidad y te hace volver a casa con una extraña sensación...
vaya que forma le das a tus palabras que casi me siento caminando en las calles de Santiago, cuantas imagenes vienen a mi cabeza, cuantas calles empedradas...
Saludos y un placer al leerte
es tan lindo caminar sola y observar lo que pasa. pero tambien es dificil... eso de observar. ¡cuantas veces pasamos de largo!
es increible eso de utilizar el medio q lo rodea para perderse en eso.
una melodia creada por las baldosas mal puestas, el olor del poco pasto que queda cuando esta recien regado, el ver la gente en la tarde sentada, muchas cosas que este santiago nos da y nadie las ve, solo las miran...
saluditos!
"gyqhdu"
Gracias por tus palabras en mi blog.
Muchas gracias.
(Risa nasal)
Trato de imaginarte pero me cuesta. Lo que pasa es que pocas veces te he visto con vestidos o faldas, y menos aun al estilo agitanado que describes.
Pero tengo fe en que te veías linda.
Cesante, pero linda.
jajajaaja... que buena la historia, supongo que te ganaste tus pesitos... jajajaja
chao cuidate
tan hippie esta negra
tqm
Gracias por tu visita y mas que nada por tus palabras.
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